lunes, 11 de julio de 2011

CARLOS OJEDA BAILA CON LA MAS FEA SIN ESTAR A LA ALTURA



En la tercera semifinal del XVII Ciclo de Escuelas de Tauromaquia de Andalucía en el festejo celebrado ayer en Berja donde el novillero apuntó maneras en una tarde en la que no le acompañó la suerte.
Plaza de Toros de Berja (Almería). Novillada sin picadores. Preside: Adrián Salmerón con el asesoramiento de Manuel Montoya. GANADERÍA: Collado Ruiz. 1º Carosema nº 12. Negro. Bien presentado. Con fuerza. De más a menos acaba reservón. 2º Nativo nº 15. Colorado. Bien presentado. Se queda corto y mide. 3º Leñador nº17. Negro. Bien presentado con buen aire, pronto, noble, repetidor con galope. 4º Servilletero nº 20. Colorado ojinegro. Con deficiencias en la visión. Incómodo sin fijeza, con cambios de ritmo y trasmisión. Querencia en zona húmeda. Mansea. 5º Cubeto nº 11 .Negro. Noble y sosón. Justo de fuerza. 6º nº 16. Negro. Con presencia. Noble con recorrido e importancia. Embiste al cite de distancia. Muy bueno. Al final cabecea por mala lidia. TOREROS: Juan Cortés de La Línea. Verde Oliva y Oro. 1º Buenas verónicas hasta el desarme. Dos medias buenas. Con buen aire sin ligar. Desarmado también en muleta. Falta de acople con muletazos sueltos buenos con pellizco y sentimiento agitanado. Medias atravesada escupida. Descabello. Aplausos. Borja Jiménez de Espartinas. Purísima y oro. 2º Inicio eléctrico e intenso con largas cambiadas y verónicas ajustadas que llegan. Comienzo de rodillas. Toreo muy cuajado, firme y de mucha capacidad. Pinchazo sin soltar y media en lo alto. Dos orejas. Tomás Campo de Badajoz (invitado). Azul oscuro y oro. 3º Capote correcto. Cuando le coge el sitio, tarde, muletazos templados y largos. Toreo relajado. Por debajo del enemigo. Pinchazo. Aviso. Entera enhebrada haciendo guardia. Casi entera desprendida. Petición. Carlos Ojeda de Almería. Violeta y plata. 4º Recibe a porta gayola. Se le para el toro y lo arrolla. Le gana la batalla. Lo mete en el canasto hasta que es desarmado tres veces en muleta. Pierde el sentido de la lidia. Final lucido por bernardinas y largo pase de pecho. Pinchazo. Es arrollado sin consecuencias. Aviso. Pinchazo. Entera muy caída. Descabello. Aplausos. Luis Miguel Castrillón de Camas. Tabaco y oro. Capote firme y variado comenzando con larga cambiada afarolada. Le cuesta entrar en faena con muleta. Acaba templándolo. Se deja coger en un desplante. Media en lo alto fulminante. Dos orejas. Manuel Ponce de Chiclana. Verde botella y oro. Bien en capote. Abusa del pico. Acelerado y ansioso para lo que pedía el novillo. Por debajo del toro. Sufre dos desarme de muleta. No le coge el ritmo. Aviso. Pinchazo sin soltar. Casi entera trasera. Oreja. INCIDENCIAS: Tres cuartos de plaza. Tarde calurosa con 30º. Festejo televisado por Canal sur. Todos los novilleros hicieron quites y brindaron al público. Aún a sabiendas de que ejercer la crítica, fina o a empujones de provocación, es cosa que facilita las filias y las fobias, no es fácil acostumbrarse a la abstracción necesaria de aquellos con los que tienes cierta relación. Tiempo hace que Juan Carreño "Oselito", desaparecido del combate del fomento del toreo y el apoderamiento, me dijo, con el buen tino del que mucho ha vivido este difícil mundo del cuerno, "¡Atentos a Carlos Ojeda!" Por entonces andaba por tierras jienenses en la cosa de la preparación necesaria, para el que vive las ciernes de la profesión huyendo de la nada aconsejable, eso decían, escuela que por entonces había en su tierra que es la nuestra. Con el tiempo, una vez recompuesta la citada escuela, Ojeda recogió esportón y volvió a casa. Y ese fue el momento el que conocí al tal Carlos Ojeda. De mirada limpia, tímido, o quizá prudente, con los ademanes típicos de quien anda en la cosa de la torería; a no muy tardar lo pude ver en el campo en tentadero. Bien en las formas, pulcro en los gestos, metido en faena con las lagunas de quien está en el camino meritorio del aprendizaje. Interesante para mayor observación en venideras circunstancias. Por el momento, la más importante, la de ser el alumno más aventajado de la escuela que retomó por lo que quien dirige puso su mirada como soldado para la batalla del triunfo y conquista de las metas soñadas de la gloria taurina. La oportunidad no se podía escapar y en el primer ataque hubo triunfo ya que por puntuación se consiguió la plaza de la fase semifinal del ciclo de escuelas taurinas con la todopoderosa televisión por medio, que tantos ojos tiene, para lo bueno y para lo malo. Hace unas semanas la mala suerte la sorteó con las ganas y clarividencia del momento. Esperanzas había para la tarde de ayer en la que la mala suerte volvió a asomar por la puerta de toriles; otro novillo malo, el peor de los posibles para el que el único objetivo es triunfar. Novillo bonito y parejo a sus hermanos pero con la salvedad de embestida a oleadas y mirada dubitativa. Latigazo inmerecido. Después vino la contrariedad de Carlos Ojeda que nubló las formas de lidia que el novillo tenía, de nuevo la descomposición por terrenos equivocados y los titubeos de la espada pese a los muletazos sueltos de enjundia que nos brindó. Mala tarde que con tantos ojos pendientes se vuelve en peor. El bueno de Ojeda, seguro, que habrá dormido mal por la tarde vencida y la mañana será de seguir dando vueltas a la cabeza. Queda la clasificación por puntuación para la final. Habrá que esperarlas. No sé si puntúa la mala suerte, pero la cosa está difícil para la clasificación. Ojalá estas palabras sean de enmienda. Cosa que nos alegrará, y mucho y a muchos. De momento, negros nubarrones ronean en mi sentir. ¡Mal rollo! ¡Qué pena! ¡Qué injusta suerte! Ésa que tanto hace falta en los momentos claves de la vida. Y el de ayer era uno de esos aunque han de venir muchos más.
FUENTE:elalmeria.es

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